Conócenos

Bienvenido

SoltarSaltar es un proyecto que nace en 2009 fruto de la ilusión y vocación por este honorable oficio. Entregarnos al ejercicio de la psicoterapia es un regalo. Sabemos que implica lanzarnos al ejercicio de una profesión apasionante y a la vez compleja y de muchísima responsabilidad. Un oficio tremendamente desafiante, que nos impone un inmenso respeto, por el que sentimos a la vez una pasión y un entusiasmo irrefrenable.

En SoltarSaltar podemos acompañarte en tu proceso de crecimiento y facilitar tu desarrollo y bienestar emocional ante cualquier trastorno de tu vida adulta. Si te encuentras en un momento vital difícil, de bloqueo, cambio o transformación, para que logres recuperarte de tu malestar y encontrar soluciones y formas creativas de desarrollar tus propios recursos. Nuestro objetivo es que mejore tu calidad de vida de forma inimaginable.

Con nuestra manera particular de hacer Psicoterapia, aprendes a desprenderte de lo que te pesa. A arriesgarte y atreverte a “soltar” lo que te daña, para que puedas “saltar” hacia lo que te nutre, lo que te hace crecer, avanzar y evolucionar.

Somos artesanos expertos en crear una alianza sagrada de absoluta confianza y complicidad que te provocará verdaderas experiencias emocionales que logran transformar significativamente tu vida.

Creemos en los tratamientos personalizados, a tu medida y realmente eficaces. Nos centramos en las personas y no en las enfermedades. Porque tú eres único, tu tratamiento terapéutico también debería serlo.

Dicen de mí que soy una persona inagotable, con una gran capacidad de entrega, cercana, paciente y muy persistente. Me considero una persona positiva, lo cual me ayuda mucho a relativizar en las sesiones. Quizás esto se deba a que mi vida se ha visto impulsada por la firme creencia de que cualquier persona es capaz de conseguir lo que se proponga con los apoyos adecuados.

En cuanto a nuestras instalaciones, debes saber que para nosotros tu privacidad es sagrada. Te encontrarás con un despacho minuciosa y personalmente acondicionado para garantizar tu confidencialidad, confianza y absoluta intimidad. Un lugar íntimo y estimulante con un ambiente muy acogedor donde tú serás el único protagonista, porque cuidar de las personas nos importa de verdad.

Apasionados de la formación permanente, seguimos formándonos y aprendiendo cada año nuevos conocimientos para poder ofrecerte un servicio con las mejores garantías de calidad y eficacia.

Bienvenido al lugar donde el mimo y la calidad se encuentran

Quiénes somos

Lo que no sueltas, lo cargas.

Lo que cargas, te pesa.

Lo que te pesa, te hunde.

¿Nos da miedo soltar? Sí, a casi todos nos asusta muchísimo.

Llevamos tatuado en nuestro inconsciente la resistencia al cambio.

Cuanto más te resistes a soltar lo que cargas, más te pesa. Y cuanto más te pesa, más te hunde. Y lo peor es que, todo lo que evitas acaba haciéndose más fuerte. Es terrible pero el apego nos hace enfermar. Sin embargo, cuando te permites reconocerlo y aceptarlo, el peso se afloja y empieza a diluirse. Soltar implica sanar.

¿Te has planteado seriamente qué necesitas tú soltar?

Los seres humanos nos agarramos a lo que sea, aunque sea muy tóxico, y tendemos a autoengañarnos. Nos resistimos a soltar.

Conservamos armarios, trasteros y desvanes llenos de cachivaches inútiles. No solo nos negamos a renunciar a nuestros “trastos”, también a nuestras creencias, ideas preconcebidas, adicciones, comportamientos, compulsiones, autoengaños, relaciones tóxicas… Prescindir de todo ello nos asusta, entre otras cosas, porque sin ello, NO sabemos a qué nos tendremos que enfrentar. Aferrarnos nos aporta una sensación de seguridad que parece real, aunque no lo sea.

Nos guste o no, las posibilidades de engañarnos a nosotros mismos son casi infinitas. Todos, en mayor o menor medida, nos hemos autoengañado alguna vez.  Nos convencemos a nosotros mismos de una realidad que es falsa. Las personas tendemos a NO querer saber, a minimizar, a evadir el dolor y la frustración, a negar lo que nos hace daño, a crear la apariencia de una autoestima que realmente no poseemos… Disfrazar la realidad es un arma psicológica que mejora nuestras expectativas vitales (aunque implique peligrosos riesgos). El problema viene cuando el autoengaño se convierte en algo dañino que no puedes soltar.

En SoltarSaltar creemos que la mayor parte de las enfermedades derivan sobre todo de dos problemas: el desamor y no poder soltar aquello a lo que nos hemos aferrado (una persona, un pensamiento, una conducta, el autoengaño, una adicción…)

De ahí surge nuestro nombre, por eso somos SoltarSaltar.

Un proyecto que nace de la ilusión y vocación por este honorable oficio.

Hemos creado SoltarSaltar con muchísima dedicación, ilusión, esperanza y saber hacer, porque estamos convencidos de que para “Saltar” hacia lo nutritivo, tienes que atreverte a “Soltar” lo que te consume, lo inservible, lo que te engancha, los patrones automáticos dañinos que arrastras de tu pasado, lo tóxico…, para que pueda llegar lo nuevo que te repara y te sana.

Con nuestra particular manera de abordar la terapia vas a lograr dar ese difícil paso que supone “Soltar” lo que te pesa, dejar atrás la oscuridad, y poder “Saltar” hacia la luz: hacia lo que a ti te hace sentirte realmente bien. “Soltar” te permite crecer, evolucionar, poder avanzar hacia tu recuperación, renovarte. Alcanzar tu bienestar.

Es una auténtica locura esperar nuevos resultados si hacemos siempre lo mismo.

Aunque nada cambie fuera, si tú cambias, TODO cambia.

¿Quiénes somos?

Somos artesanos expertos en crear un vínculo emocional seguro y afectuoso. Una alianza sagrada de absoluta confianza y complicidad, que provoca verdaderas experiencias emocionales que logran cambiar vidas. Este es el don natural que por fortuna poseemos. Un regalo que nos ha dado la vida, que nos hace sentirnos pletóricos y profundamente agradecidos.

Somos los que poseemos un talento natural para poder identificar y apreciar el potencial que tiene cada persona.

Somos los que proclamamos en voz alta y públicamente que vamos a terapia, sin ningún temor a que nos consideren débiles o incluso enfermos o tarados. Sí, nosotros (aunque nos dediquemos a esto profesionalmente) también vamos a terapia cuando sentimos que algo importante no va bien en nuestras vidas.

Somos los que, tras más de 14 años en este oficio, estamos convencidos de que los seres humanos tenemos en nuestro interior un potencial inagotable. Por ello, en cada sesión terapéutica, nos esforzamos en explorar y hacer crecer ese potencial innato.

Somos los que logramos encontrar reparación y soluciones eficaces a nuestros problemas porque nos ponemos en manos de los profesionales adecuados.

Somos los que creemos firmemente que el principal obstáculo que bloquea a una persona son sus propias creencias limitadoras sobre sí misma, sobre los demás y sobre el mundo.

Somos los que te facilitamos poder reencontrarte con tu yo más auténtico y genuino, aquel que te permite sentirte realmente bien y poder relacionarte mucho mejor contigo mismo y con los demás.

Somos frágiles y vulnerables, sí lo confesamos, pero a pesar de ello, ponemos todo nuestro empeño en atravesar nuestros miedos e inseguridades; en afrontar los conflictos en lugar de huir de ellos.

Somos de los que NO se arrugan ante las adversidades. Los que encendemos la luz en lugar de seguir lamentando la oscuridad. Esa luz que te facilita ver más allá del enigma, del problema a resolver, de la enfermedad, de la desdicha.

Somos los que comprobamos cada día en nuestro oficio que, cuando logras atravesar el dolor angustioso que a veces la vida te infringe, te encuentras con el amor a ti mismo, el crecimiento, la reparación, el equilibrio y la satisfacción.

Somos los que creemos con absoluta certeza,

que a través de la terapia un mundo mejor es posible.

Somos los que pensamos que las personas mueven el mundo. Un mundo en el que todos podemos dejar nuestra huella en el universo.

Si has llegado hasta aquí, entendemos que eres uno de los nuestros.

Somos como tú.

Somos gente buena. Buena gente.

Únete a nosotros, juntos recorreremos el camino, para construir una sociedad trascendente, donde lo humano, los valores verdaderamente esenciales, dirijan nuestras vidas.

¿Por qué nos dedicamos a este noble oficio?

Porque para nosotros, entregarnos al ejercicio de la psicoterapia es un regalo. Sabemos que implica lanzarnos al ejercicio de una profesión apasionante y a la vez compleja y de muchísima responsabilidad. Un oficio tremendamente desafiante, que nos impone un inmenso respeto, por el que sentimos a la vez una pasión y un entusiasmo irrefrenable.

Porque las experiencias vividas en terapia provocan asimilación,  desarrollo, transformación y nutrición. La mayoría de las personas aprendemos sobre todo de lo que experimentamos. Por eso precisamente hacemos de nuestra terapia un espacio donde poder darte cuenta, ensayar y vivenciar distintas emociones, sensaciones, creencias. Donde poder arriesgarte a hacer ajustes creativos con sus aciertos y errores. Un entorno acogedor donde poder vivir un sinfín de experiencias intensas y poderosas que no te puedes perder por los múltiples beneficios que te aportan.

Porque la terapia supone una herramienta sumamente útil para promover el cambio y solucionar conflictos y crisis de la vida cotidiana. Implica un camino de crecimiento relacional y personal de los más potentes que existen.

Porque para nosotros la psicoterapia es un elixir mágico que da superpoderes a las personas.

Porque creemos firmemente que la terapia tiene un gran poder transformador de cambiar profundamente la forma de verte a ti mismo y de relacionarte con los demás. En definitiva, de cambiar vidas.

Porque el proceso terapéutico fortalece tu autoestima, seguridad y autonomía personal. Te facilita el que puedas pasar de la necesidad de apoyarte en otra persona a la capacidad de apoyarte en ti mismo.

Porque encontramos en la psicoterapia un gran alivio y sanación ante el sufrimiento humano. La terapia nos lleva a compartir y aflojar las cargas que soportamos. A crear profundos lazos emocionales que nos reconfortan. Lazos que nos ofrecen un refugio seguro ante las tormentas inciertas de la vida. Nos proporciona protección emocional de manera que podamos hacer frente a los altibajos de nuestra existencia.

Porque entendemos el trabajo psicoterapéutico como una valiosísima ayuda para que puedas alcanzar lo antes posible el bienestar que necesitas. Para que tu calidad de vida mejore de forma duradera. Este es nuestro cometido, y la responsabilidad y compromiso ético que elegimos tener contigo.

Nuestros propósitos

“Mandar luz a la oscuridad del corazón de los hombres”

Y es que la música puede llevar luz a lugares a los que nada más llega. Y también la terapia, ¡qué duda cabe!

Con nuestra forma genuina de hacer terapia te vas a sentir acompañado, conectado, vinculado y compenetrado con tu psicoterapeuta.

Todos podemos estar un poco menos solos y un poco más unidos.

Sentirte acompañado en el camino es una gran bendición.

Te hace trascender de ti mismo. Trastoca algo esencial y profundo en tu interior. Hace que tengas muchas más posibilidades de lograr lo que verdaderamente necesitas. Te ayuda a sentirte más fuerte, seguro y feliz.

Sobre mí

«El escritor y las estrellas de mar»

“Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar. Todas las mañanas temprano, paseaba por la playa para inspirarse.

Un día caminando por la orilla, vio a lo lejos una figura que se movía como si estuviera bailando. Al aproximase, observó a un joven que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar. 
-¿Por qué estás haciendo eso? –preguntó el escritor.
-¿No lo ve? –dijo el joven-. La marea está baja y el sol está brillando. Si las dejo en la arena, se secarán al sol y morirán.
– Pero muchacho, hay miles de estrellas en esta playa, Tú devuelves algunas al mar pero nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas. ¿Qué sentido tiene?

El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó:

– Para ésta… sí tiene sentido.

Aquella noche el escritor no tuvo inspiración para escribir, tampoco logró dormir bien. Por la mañana corrió a la playa, aguardó al joven y junto con él comenzó a devolver estrellas al mar.”

Jorge Bucay.

“El mayor de todos los errores estriba en no hacer nada porque sólo puedes hacer poco”

Acreditaciones

"La verdadera profesión del ser humano es encontrar el camino hacia sí mismo."

Hermann Hesse

A lo largo de toda mi vida no he dejado de formarme. Ser una apasionada de la formación permanente me permite seguir aprendiendo nuevos conocimientos, competencias y habilidades para cumplir mi deseo de estimularte y apoyarte cada día más y mejor.

Aún lo hago y sé que seguiré haciéndolo para poder acumular la máxima experiencia teórica y práctica, y ofrecerte así un servicio de psicoterapia con las mejores garantías de calidad y efectividad.

La mayor recompensa de mi formación y mi profesión es aquello en lo que me convierte: en una persona cada día más segura, resistente, comprensiva, agradecida, compasiva, humilde, comprometida…

Mis acreditaciones

Instalaciones

Hemos creado un espacio tranquilo y armonioso para poder cuidar mejor de ti

Estamos muy felices y agradecidos de poder recibirte en un lugar donde no tendrás que esperar ni encontrarte con nadie en una recepción. Tampoco nadie sabrá dónde vas. El secreto profesional es esencial en lo referente a la salud. Creemos que la ética profesional se encuentra por encima de cualquier otro valor cuando trabajamos con personas. Para nosotros tu privacidad es sagrada.

Te encontrarás con un despacho que ha sido minuciosa y personalmente acondicionado para ejercer la práctica de la psicoterapia. Un espacio especialmente diseñado cuidando hasta el más mínimo detalle para garantizar tu confidencialidad, intimidad y absoluta privacidad.

Estamos convencidos de que la cercanía es un elemento clave en el proceso terapéutico. Por eso hemos organizado un espacio sin obstáculos entre nosotros, para que podamos sentirnos cerca pero con la distancia necesaria para respetar tu espacio vital y que no te sientas físicamente invadido.

Todo te resultará tan confortable y agradable que sin darte cuenta agudizarás tu ingenio.

Sabemos que un espacio cálido favorece tu aprendizaje y bienestar. Por eso disfrutarás de un espacio tranquilo, armonioso, cuidadosamente decorado con muchas plantas y luces suaves, donde podrás sentirte cómodo y seguro para tratar cualquier asunto que te preocupe.

Un lugar íntimo y estimulante con un ambiente muy acogedor donde tú serás el único protagonista. Te ofrecemos nuestra entrega incondicional en cada sesión de terapia porque cuidar de las personas nos importa de verdad.

Cuidar con cariño incluso los pequeños detalles, marca la diferencia

El lugar donde el cuidado y la calidad se encuentran

Contacto

¿A qué podría parecerse hacer terapia? Imagínatela como un viaje reparador...

Nuestra manera de entender el trabajo psicoterapéutico es ayudarte a resolver tu malestar para que puedas alcanzar lo antes posible el bienestar que necesitas, mejorando tu calidad de vida de forma duradera. Este es nuestro cometido, y la responsabilidad y compromiso que elegimos tener contigo.

Entendemos la psicoterapia como una experiencia transformadora capaz de cambiar la forma de verte a ti mismo y a los demás y de relacionarte con ellos.

Para que puedas entender mejor lo que para nosotros significa hacer un proceso terapéutico, nos gusta comparar nuestro proceso con un viaje que te lleva a vivir una experiencia emocional verdaderamente reparadora.

El primer paso de nuestro particular viaje es hacer una evaluación. No pretendemos encasillarte en un determinado cuadro patológico, sino organizar la información que nos proporcionas para poder establecer el foco adecuado y las metas terapéuticas. El segundo paso del viaje es diseñar una buena planificación, saber dónde vamos y cómo llegar sin rodeos a nuestro destino. El tercer paso es la intervención terapéutica.

Antes de embarcarnos en lo que es un viaje difícil o complejo, para sentirnos más seguros y con la menor tensión posible y conseguir llegar a nuestro verdadero destino, es conveniente planificar y preparar adecuadamente todo lo necesario para acometer con éxito nuestro viaje:

  • Sabemos dónde queremos ir y por qué necesitamos hacer el viaje.
  • Determinamos si el viaje es completamente realista, teniendo en cuenta el tiempo, la energía y los recursos que disponemos, así como el nivel de riesgo.
  • Disponemos de un buen mapa de carreteras: nuestro tratamiento terapéutico.
  • Hacemos un balance de los puntos fuertes y débiles (tanto de los nuestros como psicoterapeutas como de los tuyos como cliente). Identificamos los aspectos problemáticos y los recursos potenciales con los que contamos para apoyarnos en ellos durante el viaje.
  • El trabajo de un guía es, entre otras cosas, conocer a la perfección todo lo relativo al viaje. Por eso, como guías, tenemos conocimientos específicos sobre viajar (especialmente somos expertos en cómo movernos por territorios poco conocidos o peligrosos). Nuestra profesionalidad y credibilidad como guías de viaje está asegurada.
  • Nos preparamos para todas las sorpresas y posibles incidencias que nos pudiéramos encontrar por el camino: como controles de carretera, desvíos y peligros (sabiendo de antemano cómo responder a todos ellos).
  • Nos preocupamos de disponer de todo lo que emocionalmente hace falta para resultar unos buenos compañeros de viaje, sin juzgarte, ni criticarte ni aconsejarte: haciéndote sentir seguro, comprendido, tranquilo, confiado, estimulado y en todo momento apoyado para que puedas aprovechar y nutrirte del viaje lo máximo posible.
  • Establecemos el ritmo necesario que es el adecuado para este viaje concreto.
  • Es más probable que no nos perdamos y que el viaje tenga éxito cuando se va acompañado de un guía experto en el territorio. No obstante, en el supuesto caso de que nos perdiéramos, sabemos lo qué debemos hacer exactamente.
  • El guía (psicoterapeuta) desempeñará un rol activo para evitar la dispersión y para mantenerse dentro de los límites del foco terapéutico que nos asegurará la llegada a nuestro destino.
  • Sabemos cuándo hemos llegado al destino o cuándo hemos hecho un recorrido “suficiente” para ti (teniendo en cuenta tus deseos de hasta dónde quieres llegar exactamente, evitando hacer un viaje terapéutico largo y profundo si no es eso lo que verdaderamente deseas).
Algunos viajes suponen descubrir un nuevo mundo interno y externo

Al finalizar el viaje, a través de ese vínculo sagrado de confianza y seguridad que hemos creado entre nosotros, habrás aprendido a identificar, legitimar, regular y manejar tus emociones, pensamientos y conductas de una manera más sana y beneficiosa para ti y para tus relaciones.

Este tipo de viaje, con este guía en concreto, te habrá proporcionado una mirada interior, un verdadero autoconocimiento, te habrá provocado reflexión y facilitado el cambio y la transformación interior. Te habrás llevado valiosas experiencias, herramientas y nuevos recursos perdurables en el tiempo que te preparan para afrontar las situaciones complejas que puedan darse en cualquier otro reto que decidas acometer a partir de ahora, solo o en compañía de otros viajeros. Sin darte cuenta, tú mismo, te habrás convertido en un gran guía.

La buena psicoterapia, como los buenos viajes, te transforma por dentro y se nota por fuera

Puede ayudarte a despejar tus dudas sobre si la terapia es para ti o no, conocer cuáles son las problemáticas más frecuentes que trabajamos diariamente en la consulta.

En nuestras sesiones de terapia vas a encontrar solución a tus problemas:

  • Cuando tienes un problema y no puedes parar de darle vueltas en tu cabeza y está interfiriendo en tu vida cotidiana.
  • Cuando te cuesta expresar lo que sientes y sólo lo racional te hace sentirte cómodo.
  • Cuando te sientes desbordado por tus emociones.
  • Cuando evitas todo lo que puedes los conflictos y prefieres ceder tú ante los demás.
  • Cuando te sientes insatisfecho y tienes la sensación de que te falta algo esencial para ti.
  • Cuando sufres con tus relaciones ya sean familiares, laborales, amorosas, sociales.
  • Cuando no consigues controlar tus impulsos.
  • Cuando te sientes aislado, criticado o rechazado por los demás. Cuando te sientes víctima.
  • Cuando sientes que “tú no puedes” y recurres a “depender compulsivamente” de otros.
  • Cuando te sientes inseguro, cuando te exiges demasiado o cuando no te gusta cómo eres realmente y tu autoestima se ve mermada.
  • Cuando te sientes confuso y te cuesta muchísimo tomar decisiones.
  • Cuando quieres aprender a resolver mejor tus conflictos internos y externos.
  • Cuando te cuesta decir no y sientes temor a que los demás se enfaden o te rechacen.
  • Cuando deseas aprender habilidades para relacionarte mejor con los demás porque te cuesta crear, mantener, posicionarte o romper relaciones.
  • Cuando has estado deprimido, ansioso, inseguro, bloqueado o enojado desde hace tiempo y ya no quieres seguir así más tiempo.
  • Cuando tienes problemas laborales, te sientes desmotivado, incapaz o sufres acoso laboral
  • Cuando lamentablemente padeces una enfermedad que interfiere en tu bienestar.
  • Cuando no te sientes bien contigo mismo porque ocupa demasiado espacio en tu vida la tristeza, el estrés, la ansiedad, el miedo, la preocupación o la vergüenza.
  • Cuando tu pasado te atormenta y tu futuro te asusta y te impide disfrutar del presente.
  • Cuando has perdido la ilusión por la vida y te cuesta disfrutar de las cosas.
  • Cuando atraviesas problemas puntuales como la pérdida de un trabajo, la crianza o la partida de los hijos. Cuando te enfrentas a una pérdida por la muerte de un ser querido. Cuando te encuentras en una situación de crisis vital. Cuando deseas perder peso y no lo consigues por ti mismo. Cuando te sientes abrumado por un nuevo empleo. Cuando te agobian en exceso las responsabilidades…

¿Te identificas con alguna de esas situaciones? Si es así, ya NO tienes que afrontarlo tú solo.

Si te acompaña un sentimiento de malestar o insatisfacción prolongado y resta tu calidad de vida, es el momento de plantearte que la terapia es para ti.

No olvides que, como tú, todos nosotros nos hemos encontrado en un momento dado en una situación difícil en nuestra vida, y hemos necesitado recibir asesoramiento de un experto que nos ayudó a mitigar nuestro dolor, a recuperarnos y a conseguir lo que verdaderamente necesitábamos.

Da igual si eres hombre o mujer, no importa tu edad, ni a qué te dedicas en la vida, tampoco importa si tienes más o menos dinero ni más o menos estudios. La buena noticia es que cualquier persona puede beneficiarse de la terapia.

Como regla general, cuanto más tiempo duran los síntomas más se agravan los problemas y más cuesta erradicarlos. Cuanto más interfieran en tu vida diaria, más necesitarás recurrir a un tratamiento profesional.

La terapia te proporciona un gran alivio para tu malestar o sufrimiento.

Propone soluciones para todo aquello que te resulta inquietante, agotador, aterrador, espantoso…

Supone una transformación inimaginable.

¿Tienes dudas o temores ante hacer terapia?

En la actualidad, cada vez más personas van a terapia y la psicología está ya en boca de todos. Hacer terapia resulta algo de lo más natural. Afortunadamente ya no se asocia con tener problemas mentales, sino con reconocer que a veces carecemos de herramientas suficientes para afrontar situaciones difíciles que todos vivimos.

Las grandes personas como tú, también necesitan sentirse apoyadas
A la hora de iniciar una terapia, te pueden surgir dudas como estas:
  • ¿Tiene solución lo que a mí me pasa?
  • ¿Es terapia lo que yo necesito?
  • ¿Voy a perder mi tiempo y mi dinero?
  • ¿Me van a cambiar mi personalidad?
  • ¿Creerán que estoy peor de lo que estoy?
  • ¿Voy a descubrir cosas que no sé si quiero saber?
  • ¿Acertaré con el terapeuta?
  • ¿Qué pensará el terapeuta de mí?
  • ¿Se enterará alguien de lo que cuento o será totalmente confidencial?
  • ¿Y mi familia y amistades, qué les voy a decir?
  • ¿Pensarán que estoy peor porque voy a terapia?
  • ¿Me juzgarán?

Seguro que alguna de estas dudas o parecidas te surgen. Puedes resolverlas en nuestras preguntas frecuentes.

En ocasiones, hay algunas personas a las que acudir a la primera sesión de terapia les supone cierta vergüenza. Puedes creer que lo estás haciendo mal. Te puede entrar miedo o temor a ser juzgado. A que te consideren más débil o incluso loco…

Puedes cuestionarte si “otros son más capaces que tú”. Incluso puedes llegar a pensar que eres un “desastre” o que has “fallado” como madre, padre, hijo, amigo, esposo, profesional… por no haberlo podido solucionar por ti mismo.

De la misma forma que no sientes que has fallado cuando no puedes reparar por ti mismo el coche, hacer terapia tampoco significa que hayas fallado. ¡Nada más lejos de la realidad! Es justo lo contrario: Las personas más fuertes y valientes se forjan a base de enfrentar retos.

Es completamente lógico y normal que sientas nervios, y que al principio te cueste un poco, tomar la decisión de iniciar un proceso de terapia. Nos pasa a todos.

Implica ponerte en manos de un desconocido y revelarle tus asuntos íntimos.

Es una experiencia totalmente nueva que te puede conectar con tu vulnerabilidad, con una sensación de vergüenza y cierta minusvalía, conectarte con tus miedos, carencias e inseguridades.

A todos nos asusta mirar dentro de nosotros mismos, por eso tendemos a minimizar la gravedad de nuestros problemas.

Tener el coraje de aceptar que necesitas ayuda es una señal de fortaleza y de inteligencia.

Involucrarte en una terapia demuestra que eres muchísimo más valiente, capaz y valioso de lo que tú crees aunque ahora no te sientas así. Y precisamente esto es una de las cosas que vas a poder averiguar y sentir en el proceso terapéutico.

Las personas que acudís a terapia sois mucho más valientes, nobles y responsables.

Eres valiente por decidirte a venir, por atreverte a revelar tus asuntos íntimos, a descubrir lo que verdaderamente te sucede, por aceptar tus limitaciones, por reconocer tus carencias, por invertir tu tiempo y dinero para conseguir aquello que necesitas, por querer crecer y evolucionar, por hacer frente a tus problemas, por responsabilizarte en buscar soluciones eficaces, por no “echar balones fuera”, engañarte o culpar a los demás de tu malestar.

Una excelente manera de abordar tus temores  es contarnos lo que te preocupa

Tener el arrojo de superar esa ansiedad inicial puede brindarte una sensación de alivio, coraje y optimismo.

Pedir ayuda es el primer paso en el proceso para que puedas sentirte mejor.

Vale la pena porque cualquier persona puede beneficiarse de un proceso terapéutico. Si en algún momento tu calidad de vida no es la que deseas, no cabe duda de que la psicoterapia puede ayudarte enormemente.