Testimonios

«Desde hace un par de años sentía miedo cuando volaba, aunque parezca increíble que me pase esto porque soy azafata. Mi miedo se fue apoderando de mí más y más hasta que me impidió seguir trabajando y tuve que darme de baja laboral. Me sentía completamente inútil y avergonzada después de tantos años volando ¿Cómo era posible que me ocurriera esto a mí? Lo había oído en otras azafatas e incluso en algún piloto pero yo adoraba mi trabajo así que nunca pensé que pudiera sucederme a mí. Afortunadamente, tuve el valor de sincerarme con una sobrecargo amiga mía, y ella me habló maravillas de los cambios que había logrado con su terapia, (aunque nada tenía que ver su motivo de consulta con el mío) pero la veía tan ilusionada con su proceso terapéutico y tenía tan poco que perder, así que me decidí a ponerme en manos de Paloma para enfrentarme a mi problema. Tenía que solucionarlo cuanto antes porque me angustiaba muchísimo estar de baja laboral. En poco tiempo logré aprender técnicas y herramientas que me sirvieron para autoregularme, volverá a recuperar la autoestima y confianza en mis capacidades y poder desenvolverme con normalidad, y lo más importante, averigüé el origen de mi miedo y por fin todo adquirió sentido. Gracias a la terapia volví a recuperar mi trabajo y mi vida, por eso animo a todas las personas que busquen ayuda para solucionar lo que necesiten.»

Azafata de vuelo.

«Antes de ir a terapia de pareja, ambos pensábamos que era demasiado tarde para hacer algo por nuestro matrimonio, que ya estaba perdido. Yo pensaba que si mi marido me siguiera amando tendría que pasar más tiempo conmigo y que sólo se preocupaba por él mismo. Y yo sentía que nada de lo que hacía le complacía a ella, que yo no hacía nada bien. Nos comunicábamos sólo mediante el reproche y esto hacía que nos alejáramos cada vez más. Gracias a la terapia logramos expresar nuestros verdaderos sentimientos, reconociendo al otro tal y como verdaderamente es, y no como queremos que sea. Vimos las necesidades reales de cada uno y aprendimos a gratificarnos mutuamente haciéndonos sentir bien el uno con el otro, esto nos ayudó a recuperar nuestra confianza y a rescatar lo positivo de nuestra relación y a reavivar la llama de nuestro amor que creíamos que ya no existía. Ir a terapia ha sido una bendición para nuestra relación de pareja.»

Pablo y Ana, casados hace 9 años.

«Acudí a Paloma por un problema de baja autoestima que estaba bloqueando mi vida por completo. No sabía exactamente lo que me pasaba y si habría alguien capaz de comprender los pensamientos y sensaciones que tenía. Después de haber probado otras terapias no tenía mucha fe en que alguien pudiera comprenderme y ayudarme. Mi sorpresa en esta terapia es lo certera, real y cercana que es Paloma para meterse dentro de ti y colocar lo que te pasa; saber cómo tus comportamientos, por muy complicados que me parecieran, tienen un por qué. Su terapia me está ayudando a cambiar mis creencias sobre la realidad, y a afrontarla desde las emociones, un mundo difícil de trabajar pero que con la persona adecuada testigo de ellas, creo que es la mejor elección que he hecho en mi vida para poder ir soltándolas. Paloma es una terapeuta muy persistente y entregada, lo cual es un gran aliciente cuando vas a trabajar en terapia.»

Cristina. Contable.

«En un determinado momento decidí comenzar terapia porque dejé de confiar en el amor de mi pareja. Al principio sentía unos celos que nunca había vivido antes, para luego olvidarlos y pasar a desconfiar del futuro de la relación y del amor de mi pareja. Esa situación me provocaba gran inseguridad y nerviosismo, sensaciones que sufría en silencio y a las que mi pareja era completamente ajena.

La terapia me ayudó a comprender lo que me sucedía, que no siempre está provocado por una causa real, como era en mi caso. Problemas de afecto sufridos en la infancia me hacen distorsionar la realidad y valorar inadecuadamente los sentimientos de mi pareja hacia mí y su valoración de la relación. La terapia me ayudaba a comprender cómo funciona mi mente, cómo la manera de vivir el amor es distinta para cada persona y por tanto qué podemos exigir al otro en nuestro modo de amar. Paloma era muy cercana y empática con mi situación. Me daba mucha tranquilidad. Su gran conocimiento del mundo de los afectos, emociones y la pareja hace que sus pronósticos se vean confirmados por los hechos.»

José. Abogado.

«A pesar de ser un ingeniero cualificado y trabajando en una buena compañía desde hace diez años, en un momento de mi vida me sentí atrapado y atado a mi pasado profesional, tengo además dos hijas pequeñas y tenía temor y remordimientos por querer dejar mi trabajo para luchar por una mejor oportunidad laboral. Gracias al proceso de Coaching fui capaz de convertir esas supuestas ataduras en los puntos de apoyo necesarios para redirigir mi carrera profesional. Todo el trabajo que hice de objetivos, plan estratégico, etc., me ayudó a encontrar un nuevo trabajo (pese a que tuve que renunciar a un gran finiquito en mi antigua compañía) que me motiva muchísimo más y me permite disfrutar plenamente de mi vida profesional y personal.»

Félix. Ingeniero Superior Industrial.

«A través de internet conocí Soltar y Saltar (una noche más sin poder dormir, me levanté y me puse como loco a mirar tutoriales relacionados con el desamor y buscar ayuda desesperadamente). Necesitaba como fuera superar una ruptura de pareja. En aquel momento creía que no iba a ser capaz de superarlo nunca. Me sentía tan herido, y con tanta rabia dentro de mí (no podía dormir y casi no comía, lo único que lograba algún día, a duras penas, era machacarme en el gimnasio). Gracias a la ayuda que recibí, he podido superar la ruptura en menos tiempo del que hubiera imaginado y ahora sé qué tipo de mujer deseo tener a mí lado. No todo vale en el amor y el amor no lo puede todo, ahora lo he aprendido. Me siento recuperado y muy agradecido.»

Miguel Ángel. Policía.

«Creo que hay momentos a lo largo de la vida, yo tengo ya más de 55 años, en los que necesitamos de una ayuda externa. Y en esos momentos es muy complicado encontrar a una profesional con la que hablar temas personales y no sentirte incómoda. Yo he tenido la suerte de encontrar a una persona especial que tiene la habilidad de hacer “clic” contigo y crear un espacio de confianza, seguridad, que te permite ser sincera contigo misma y con ella. Crea un ambiente único que te permite abrirte a tu ritmo, sin juicios ni presiones. Tiene la habilidad de realizar una escucha profunda, crea una fluidez impresionante. Las horas se pasan volando… y sin darte cuenta, gracias a ella tratas temas de los que creías imposible poder hablar. Sientes que se vuelca en lo que hace y estoy segura de que pocas veces logras dar con una persona tan preparada que de tan buena energía con la que sincerarte de tus miserias y que no te dé soluciones generalizadas sino que te abre un abanico de posibilidades para que una misma empiece a trabajar con esa presión que lleva en el pecho, eso es lo que es Paloma para mí, una guía, una profesional que me acompaña en el proceso y artífice de todos mis cambios. Ahora vivo sin angustiarme, con más tranquilidad, más plena y más contenta. Jamás pensé que, con esta edad, podría cambiar así mi vida.»

Pilar. Ama de casa con hijos de su marido.

«Para mí, ir a terapia era reconocer una derrota, el trastorno de dependencia emocional (por supuesto yo no sabía que tenía “eso” ni que se llamara así) me estaba destrozando mi vida. Ahora pienso que la terapia ha sido de las mejores elecciones que he tomado en mi vida. Me ha salvado del pozo en el que estaba metida, siento que ahora soy otra persona, más libre, más segura.

Yo pensaba que todo eso me estaba pasando porque le daba demasiada importancia al amor, creía que estaba enamoradísima y que por eso sufría tanto, pero Paloma se encargó de hacerme ver el error que estaba cometiendo, me explicó además el origen de todo, mi apego inseguro en la infancia, mi miedo al abandono, mi necesidad obsesiva de estar prácticamente todo el tiempo con él, que eso que yo llamaba amor, era dependencia. Si él no contestaba mis llamadas o amenazaba con dejarme (que lo hacía continuamente) me sentía morir por dentro, era incapaz de salir de la cama, me tomaba pastillas para la ansiedad y para poder dormir y que se me pasara más rápido el tiempo hasta que a él se le pasara el enfado y pudiéramos volver a estar juntos. No paraba de llorar. Nada me importaba, sólo estar con él. Finalmente, no fue rápido ni fácil, la verdad que Paloma tuvo muchísima paciencia y entrega incondicional conmigo porque yo me emperraba en seguir con la misma dinámica, aunque ella me demostrara con hechos que era contraproducente para mí. Confieso que fui una paciente muy rebelde y desconfiada. Pero por fin claudiqué y empecé a aplicar lo que ella me decía y logré ir afrontando mis miedos, gestionando mis emociones, entendiendo que el amor no tenía por qué dominar mi vida ni ser esclava de un hombre ni de nadie. Y lo más importante de todo, aprendí a quererme y valorarme a mí misma. Supongo que yo soy un ejemplo más de que se puede salir de una enfermedad como la mía, ¡con lo cabezota que soy y lo muchísimo que sufría! porque si yo he podido, os aseguro que cualquiera puede.»

Abogada penal.