En nuestra sociedad, cuando estamos tristes o nos sentimos mal, en vez de aceptar lo que sentimos, lo escondemos con medicación.
A un nivel “macro” nuestra sociedad se podría definir como tanatofóbica: la muerte es un tabú que se forja socialmente desde la infancia. Tendemos a ocultar la enfermedad, las separaciones y la muerte, impidiendo que nuestros hijos participen en las despedidas.
A nivel “micro”, el hecho de que el resto de familiares y amigos del difunto vivencien las fases del duelo a ritmos y velocidades diferentes es una fuente de conflicto y tensión que está detrás de la estadística que indica que el 68% de las parejas que pierden un hijo acaba separándose. Debemos tener en cuenta que aquellos vínculos que a priori deberían ser un apoyo se pueden convertir en obstáculos en el proceso de duelo.
Por ello, el trabajo terapéutico permite normalizar las diferencias en la elaboración del duelo, permitiendo construirlo de manera individual y personal. Esta estigmatización de la pérdida transmite el mensaje de que las emociones asociadas al duelo no están permitidas. Una parte de nuestro trabajo terapéutico consiste en legitimar estas emociones.
Es un hecho que el duelo requiere sentir la pena en todas sus ramificaciones. Estar sedado significa estar limitado en la propia consciencia del daño y del dolor emocional. La terapia, por tanto, consiste en que logres disolver tu coraza para hacer que vuelvan a circular las emociones que se habían bloqueado o reprimido, restaurando tu capacidad de fluir y sanar emocionalmente.
Aunque el dolor que conlleva la muerte o la pérdida de un ser querido es inevitable, ya que no existen recetas mágicas que lo eliminen, sí existen recursos terapéuticos que lo alivian. Sin duda, la terapia psicológica atenúa la carga de tu sufrimiento, te ayuda a vivir el proceso conscientemente y a superar las distintas etapas del duelo, evitando la aparición de comportamientos patológicos o dañinos.
Nuestro tratamiento tiene en cuenta tu cuidado integral para facilitarte el proceso de elaboración y resolución del duelo, reduciendo al máximo posible su tiempo de duración.
Utilizando las últimas técnicas en psicoterapia, focalizamos la terapia para que logres:
- Afrontar la pérdida y la soledad, aceptando la cruda realidad.
- Dar expresión a tus sentimientos y facilitar su desahogo ventilando tus emociones.
- Manejar el dolor, a elaborar y aliviar las emociones dolorosas que surgen tras la pérdida como ansiedad, culpa, ira, tristeza, miedo, angustia, soledad, etc.
- Reestructurar los esquemas mentales disfuncionales que dificultan el proceso de duelo.
- Dominar los recuerdos y no que los recuerdos te dominen a ti.
- Establecer pautas de vida saludable que faciliten tu proceso de duelo.
- Tomar tus propias decisiones.
- Potenciar y fortalecer tus redes de apoyo social y tus recursos personales.
- Adaptarte a tu nueva vida sin tu ser querido o sin tu pérdida significativa.
- Explorar lo que ha cambiado en tu vida y cómo te enfrentas a esos cambios.
- Adaptarte a las nuevas situaciones ambientales, nuevos roles, etc.
- A que puedas recolocar emocionalmente la pérdida y seguir viviendo con equilibrio, fuerza, dignidad y esperanza.
Si bien al principio todo esto puede parecerte imposible, con el paso del tiempo y la ayuda psicológica necesaria, verás cómo lo consigues.
Podemos considerar que has superado tu duelo cuando logras:
- Comprender y experimentar que el amor no se acaba con la muerte.
- Recordar y poder hablar del fallecido con sus virtudes y sus fracasos sin sentir el dolor desgarrador.
- Dejar de vivir en el pasado y aprender a vivir sin el difunto.
- Explorar y aceptar quién eras, quién ya no vas a volver a ser, quién eres ahora, quién puedes llegar a ser.
- Invertir energía emotiva en otras relaciones.
- Abrirte a una nueva vida presente y futura.
Contamos con los medios y experiencia necesaria para el tratamiento del duelo.
Aplicamos técnicas innovadoras y más eficientes que
mejoran los resultados
y reducen el tiempo de duración del tratamiento
Estas técnicas resultan muy eficaces en el tratamiento del duelo, ya que te ayudan a liberarte de las emociones dolorosas y a avanzar más rápido en cada fase del duelo para poder superarlo.
Por otra parte, ten en cuenta que los problemas no tratados suelen continuar y empeorar, y pueden generarte nuevos problemas. Las consecuencias de no recibir el tratamiento que necesitas pueden ser perjudiciales.
Con nuestra manera de abordar el trabajo psicoterapéutico
no solo logras recuperar tu equilibrio integral
sino que fortaleces tu salud psicológica y emocional de forma duradera
En los casos más graves, en los que además del tratamiento terapéutico sea preciso recurrir a la medicación, ponemos a tu disposición un servicio de psiquiatría que se encarga de recetarte la medicación más apropiada para aliviar tu sintomatología y de llevar regularmente un control para ajustar la dosis de forma óptima.