Dependencia Emocional

Cuando el amor se convierte en una cárcel

¿Te ocurren estos síntomas?

  • Tienes pánico a estar solo
  • Te resulta inconcebible la vida sin una pareja a tu lado
  • Exiges constantemente que tu pareja te muestre su cariño, de lo contrario, piensas que no te quiere.
  • Tienes comportamientos sumisos con tus parejas con tal de evitar que te dejen
  • Lo prioritario en tu vida es siempre tu pareja, llegando incluso a desatender a tu familia, amigos o tu trabajo
  • Crees que agobias demasiado a tu pareja con llamadas constantes y que le controlas en exceso sobre dónde y con quién está

La dependencia emocional es un problema mucho más grave y frecuente en las parejas de lo que generalmente se cree. La dependencia afectiva conlleva una espiral de negatividad que origina otros problemas psicológicos como agresiones, continuas rupturas de pareja, cuadros depresivos, maltrato psicológico o físico, comportamientos obsesivos… Por ejemplo, una persona que tiene ataques de celos puede comenzar a beber más alcohol de la cuenta, con la esperanza equivocada de que éste la ayudará a aliviar su dolor y desesperación.

Se debe solucionar cuanto antes, ya que los problemas no tratados suelen continuar y empeorar. Las consecuencias de no recibir el tratamiento que necesitas pueden llegar a ser peligrosas.

La dependencia emocional es la necesidad intensa y desproporcionada de afecto que una persona siente hacia su pareja. Es una dependencia porque se traspasa la barrera del deseo lógico de vinculación, de amar y ser amado. Implica adicción hacia otra persona y se convierte en una necesidad desmesurada de estar con el otro y de recibir su atención. La dependencia afectiva se da cuando no logras tener responsabilidad completa sobre tus sentimientos y cuando tu autoestima y bienestar dependen de otras personas, sobre todo de una pareja.

Cuando sufres de dependencia emocional necesitas que tu pareja te brinde seguridad. Ves en el otro la seguridad que crees que a ti te falta. A menudo te sientes vacío y tratas de llenar con el otro tus propios agujeros o huecos. Además te sientes incapaz de poder poner límites al otro dentro de la relación, de respetar y definir tus propias ideas y proyectos. Te cuesta identificar las fronteras entre lo que tú necesitas y lo que necesita tu pareja. A menudo piensas que te abandonará si no cedes a sus deseos, necesidades, exigencias o peticiones.

Como dependiente emocional, tiendes automáticamente a idealizar en exceso a tu pareja, lo que provoca que te sientas inferior y que tu autoestima se dañe seriamente. A veces necesitas la presencia de tu pareja incluso para poder sentirte tranquilo y bien. Aunque la relación sea insatisfactoria para ti y sientas mucho malestar, haces todo lo que sea necesario para que ésta no se termine.

Hablamos de patología cuando la necesidad intensa de afecto termina por limitar la libertad personal de ambos miembros de la pareja. Las relaciones con dependencia emocional suelen ser casi siempre inestables, tóxicas y muy destructivas. Como dependiente emocional necesitas la atención constante de tu pareja incluso de manera obsesiva. Te lleva sin darte cuenta a renunciar a tu propia libertad con tal de estar con el otro y de poder sentir esa aparente felicidad.

Pones tu relación de pareja por encima de todo, incluso de ti mismo. Como no deseas que nada se interponga en tu relación, vas abandonando paulatinamente tus aficiones y actividades diarias. Abandonas incluso la compañía de otras personas importantes en tu vida, para así poder pasar cada vez más tiempo con tu pareja.

Además, es frecuente que ejerzas un control excesivo sobre tu pareja y no aceptes de buena gana que haga nuevas amistades o realice actividades sin ti. Demandas toda su atención para ti. Te invade el temor y la preocupación de que esas actividades le aparten de tu lado.

Por eso tu dependencia emocional afecta significativamente a tu pareja. Coartas seriamente su libertad, lo que le inhabilita para desarrollar una vida autónoma y satisfactoria.

La adicción al amor es la necesidad incontenible de tener pareja, y no tanto la dependencia hacia una persona concreta. El adicto al amor necesita depender de alguien, sin importar quien sea. La diferencia con el dependiente es que este último manifiesta su dependencia hacia un individuo en concreto.

El dependiente emocional se aferra a alguien en concreto, y hará lo que sea por mantener desesperadamente la relación con esa persona. Por el contrario, el adicto al amor lo que busca es mantener siempre la sensación de enamoramiento y no le importa cambiar de pareja si con ello cree que volverá a sentir esa primera fase de enamoramiento en la relación sentimental.

Síntomas

  • Necesitas atención excesiva de tu pareja para sentirte bien.
  • Tienes miedo a ser rechazo por tu pareja.
  • Te invade una sensación de vacío que no acabas de llenar.
  • Necesitas sentir que eres la prioridad para tu pareja.
  • No sabes qué hacer cuando no tienes a la persona que amas cerca de ti.
  • A menudo, sientes ansiedad, culpa o enfado.
  • Eres muy celoso en las relaciones de pareja.
  • Descuidas tus aficiones y a tus amigos y familiares frecuentemente para poder estar con tu pareja.
  • Tu mundo gira alrededor de esa persona, que se ha convertido en el centro de tus pensamientos y preocupaciones.
  • Duermes mal por las noches y a menudo sientes impotencia y tristeza.
  • Idealizas en exceso a tu pareja sintiéndote tu inferior.
  • No puedes poner límites a tu pareja, por lo que acabas satisfaciendo sus demandas y renunciando a las tuyas.
  • Tienes que estar todo el rato acompañado por tu pareja para sentirte bien o poder disfrutar o divertirte.

Si eres una persona emocionalmente dependiente, puedes reconocerte en muchos de estos comportamientos.

  • Tienes problemas de baja autoestima. No te sientes satisfecho contigo mismo.
  • Sueles criticarte con dureza por tus errores y te desprecias constantemente, minimizando tus logros y maximizando tus fallos.
  • No confías en tus capacidades ni en tu propio criterio.
  • Sueles tener parejas desde la adolescencia.
  • Te sueles sentir atraído por personas con un perfil dominante y egocéntrico.
  • Experimentas una necesidad constante de estar con tu pareja y cuando no puedes, recurres al móvil de manera obsesiva para estar en contacto.
  • No aceptas que tu pareja reclame su espacio llegando a resultar asfixiante.
  • Mantienes relaciones de pareja basadas en la sumisión y la idealización convirtiendo a tu pareja en el centro de tu existencia.
  • Aceptas incluso ser humillado por tu pareja con tal de que la relación no se termine porque sin la relación, tu vida carecería de sentido por eso lo aguantas casi todo.
  • Eres capaz incluso de mostrar comportamientos autodestructivos para evitar a toda costa la ruptura de la relación.
  • Asumes de inmediato como propia cualquier postura de tu pareja. No le llevas la contraria o no manifiestas una visión distinta por miedo a que se enfade.
  • A veces te culpabilizas de cualquier cosa que pueda molestar a tu pareja.
  • Vives las rupturas de pareja como algo completamente catastrófico y desgarrador.
  • Necesitas causar una buena impresión a los demás y agradarles constantemente. Es posible que te desvivas por los demás aunque te veas forzado a pasar por encima de tus propias necesidades e intereses.
  • Necesitas la aprobación de los demás. Que te validen. Cuando no obtienes la aprobación que necesitas, te sientes muy mal y lo interpretas como que no eres válido, que te están rechazando.

Personas dependientes

No soportas la soledad. Te da miedo porque te conecta con recuerdos dolorosos de abandono. Buscas con cierta desesperación a otra persona tras una ruptura para cubrir tu necesidad de compañía y afecto. Así te ves inmerso en una serie de relaciones de pareja fallidas en un intento desesperado de escapar de tu soledad con la compañía del otro. Para ti es mejor ser infeliz en pareja que estar solo.

Recuperar tu equilibrio y bienestar es fácil
si cuentas con el apoyo psicológico adecuado

Los rasgos más característicos de las parejas de las personas dependientes son:

  • Poseen un perfil muy dominante y egocéntrico. Son muy frecuentes en ellos las actitudes o rasgos narcisistas. Les agrada tener una pareja dependiente emocionalmente de ellos para sentir así reforzada su propia autoestima.
  • Son frías o distantes emocionalmente. Esto suele darse bien como instrumento para manipular a su pareja dependiente, bien como reacción a la sensación de presión y agobio que viven con el dependiente emocional.
  • Suelen tener una autoestima muy elevada. Se trata de un patrón de personalidad propio que se potencia en la misma relación de pareja.
  • Suelen actuar de forma autoritaria y controladora en la pareja, aprovechándose de que el dependiente emocional se comporta de forma muy sumisa.
  • Tienen comportamientos injustos y desiguales respecto al dependiente, exigiendo que éstos cumplan unas normas que no se aplican a sí mismos
  • Suelen tener un cierto carisma, sentido del humor o una gran capacidad para las habilidades sociales. Algunas se muestran “en apariencia” como personas muy seguras.

Como ocurre con la mayoría de las patologías, el origen de la dependencia emocional se encuentra en la infancia. Las personas dependientes emocionalmente soléis tener una historia infantil marcada por la falta de afecto, al no recibir el cariño que necesitabais.

CausasCon frecuencia, las personas con dependencia emocional procedéis de familias distorsionadas, con padres fríos y distantes emocionalmente que probablemente también sufrieron en su infancia un abandono físico o emocional. Como no pudiste desarrollar un vínculo de apego seguro durante tu infancia, creces experimentando sentimientos muy ambivalentes, que después proyectarás irremediablemente de adulto en tus relaciones de pareja.

Es completamente lógico que si cuando eras pequeño te sentiste solo y desprotegido, de adulto experimentes ansiedad de separación, miedo al abandono y temor a quedarte solo. En esos casos, lo único que se te ocurre para lograr el cariño que tanto necesitas es someterte a los demás.

De niños tampoco os enseñaron a ser autónomos e independientes emocionalmente y por tanto de adultos seguís arrastrando esas carencias afectivas que no fueron satisfechas. Aprendisteis que para ser amados, necesitabais cumplir con las expectativas de los demás. Así, poco a poco os fuisteis convirtiendo en niños en búsqueda constante de atención. Os esforzabais por hacer las cosas bien para recibir la aprobación y el amor de los demás.

Otras veces se trata de personas que habéis tenido que enfrentaros a numerosos problemas desde pequeños. Habéis crecido con la creencia de que no merecéis ser felices, que tenéis que esforzaros por ganar el reconocimiento de los demás a toda costa para no sentiros rechazados.

Además de las experiencias deficitarias de cariño en la infancia, en la base de la dependencia emocional también se encuentra una interpretación distorsionada del amor. Es común entre los dependientes emocionales tener un modelo negativo de amor. Entendéis el amor como una admiración desorbitada, control, posesión y apego obsesivo, en lugar de un intercambio nutritivo que os enriquece a los dos en el que cada uno mantiene su individualidad y libertad. El amor sano no se basa (como nos han vendido en las películas) en dos medias naranjas que se necesitan, sino en dos naranjas enteras que se relacionan entre sí desde su plena singularidad.

TratamientoDarte cuenta y asumir que eres emocionalmente dependiente no es nada fácil. Sólo cuando tomas conciencia del verdadero problema, puedes empezar a buscar soluciones. Lo más normal es que no sepas cómo afrontar este complejo problema. En estas situaciones, puede ser de mucha utilidad recurrir a un profesional experto que podrá asesorarte en función de cuál sea la mejor forma de proceder en tu caso concreto.

La mayoría de las veces la dependencia emocional provoca que tu relación de pareja se tambalee por lo que se hace necesario realizar terapia de pareja. El primer paso de nuestro tratamiento para que puedas superar tu dependencia emocional es hacer una evaluación detallada de tu caso. Es imprescindible conocer cuál puede ser el origen de esta problemática, ya que puede haber sido generado por factores biológicos, psicosociales y culturales. Conocer el origen nos permite ir a la raíz del problema y abordarlo eficazmente.

Aplicamos técnicas innovadoras y más eficientes que
mejoran los resultados
y reducen el tiempo de duración del tratamiento

Utilizamos métodos innovadores de curación, mucho más eficaces que los tradicionales, donde integramos la estimulación de los tres cerebros. A través de estos métodos podemos descubrir y reparar las heridas infantiles que generalmente suponen el origen de la dependencia afectiva. Aplicar técnicas revolucionarias como el EMDR nos permite transformar con mayor facilidad las emociones y creencias negativas que alimentan tu dependencia emocional.
El objetivo es ayudarte a superar tu dependencia para ello focalizamos nuestro tratamiento en:

  • Fomentar y potenciar tu autoestima, aprendiendo a valorarte y a no depender de la aprobación de los demás. Trabajar el respeto y la aceptación.
  • Aprender a afrontar tus miedos e inseguridades.
  • Aumentar tu confianza y seguridad personal.
  • Fomentar tu autonomía personal.
  • Descubrir cómo puedes poner límites al otro sin sentirte culpable.
  • Aprender a pensar, actuar y decidir por ti mismo sin la necesidad de depender de otra persona ni de tener que complacer a los demás.
  • Aprender a que tu felicidad no dependa de nadie más.
  • Cambiar las creencias erróneas sobre el amor y las relaciones afectivas, de manera que adoptes una actitud menos demandante.
  • Aprender a mantener una relación de pareja sana y equilibrada, donde cada uno conserva su individualidad y libertad respetando al otro.
  • Aprender a disfrutar de tu soledad, aprovechando esos momentos para descubrir tus necesidades, para el auto cuidado, y para poder crecer en todas las áreas de tu vida.

Con nuestra manera de abordar el trabajo psicoterapéutico

no solo logras recuperar tu equilibrio integral

sino que fortaleces tu salud psicológica y emocional de forma duradera

La terapia es una experiencia reparadora que te cambia la vida
Al concluir el tratamiento consigues:

Resultados duraderos

Herramientas para el futuro

En el menor tiempo posible