El mundo mental y el mundo real son muy distintos, sin embargo, nos creemos a ciegas todo lo que pensamos.
Asumimos que nuestro mundo mental es real y verdadero. Pero la naturaleza de la mente es muy engañosa, no deja de traernos continuamente pensamientos que se imponen a nuestro mundo real.
Tenemos que hacer un esfuerzo extra para poder parar el ruido mental que nos invade. Se trata de lograr que la mente se libere, repose y se calme. Esto se consigue a través del entrenamiento de la atención focalizada.
¿Qué es el Mindfulness?
Mindfulness es una herramienta poderosa que te permite evitar el ruido mental, aprender a estar presente en el aquí y en el ahora mediante la atención plena.
Lamentablemente, no es nada fácil tener la capacidad de sostener la atención. Requiere un gran entrenamiento.

El principal objetivo del mindfulness es eliminar el sufrimiento innecesario. Se trabaja la introspección y el autoconocimiento, de manera que puedas lograr un equilibrio interior que te permita enfrentarte con mayor serenidad a tus problemas y conflictos. Como cuerpo, mente y emoción están unidos, poner la atención en el cuerpo facilita muchísimo poder trabajar las dificultades mentales y emocionales.
Consiste en explorar la propia percepción y entrenar tu mente para que asuma la postura de un observador sin juicio. Implica el contacto con la sabiduría del cuerpo. Aprender a ser consciente del presente sin criticarlo experimentando las situaciones y sensaciones sin intentar controlarlas. Paradójicamente, al experimentar lo que ocurre sin luchar contra ello, sin juzgarlo y sin juzgarte a ti mismo, alivias tu sufrimiento y sientes más calma y mayor autocontrol.
El mindfulness es mucho más que una técnica terapéutica, es una manera de estar en la vida. Cuando integras la práctica cotidiana estableces una relación más saludable con tus pensamientos, emociones, sensaciones corporales, con la realidad, con tu día a día. Aprendes a aceptar las experiencias actuales de manera plena y serena. Generas un estado interior de paz y tranquilidad.
Se ha constatado que la práctica regular de mindfulness es muy útil en el tratamiento de síntomas asociados al estrés, la ansiedad y la depresión.
En la Universidad de Chicago han descubierto que la práctica continuada de mindfulness disminuye considerablemente los niveles de cortisol. El cortisol es la hormona que se libera en las situaciones de estrés que afecta al correcto funcionamiento de nuestro metabolismo y debilita el sistema inmune.
La Universidad de Wisconsin demostró que fortalece el sistema inmunitario haciendo que produzca mayor número de anticuerpos cuando nos ataca un virus.
En la Universidad de California demostraron que si practicas mindfulness durante 2 meses seguidos no solo proteges tu memoria del paso del tiempo y de los daños que provoca el estrés, sino que además potencias tu memoria permitiéndote acceder más fácilmente a tus recuerdos.
Otra investigación de la Universidad de California, comprobó que la práctica regular del mindfulness provoca cambios estables en el funcionamiento cerebral que nos confieren una mayor flexibilidad mental y potencian nuestra capacidad de observación y de autocontrol.